La red de ventas, presente en toda Europa y en varios países del mundo, junto con una asistencia técnica difundida por mtodo el territorio, han permitido que la empresa se haya garantizado muchos de los mejores clientes en el mercado nacional y extranjero. Los productos Tagliavini son utilizados fielmente por los más prestigiosos artesanos panaderos y pasteleros, por los más renombrados chefs así como por las principales marcas de la Gran Distribución. Hoy en día, Tagliavini es considerada de forma indiscutible entre los líderes mundiales del sector.


Las etapas de nuestra historia

  • Celeste Tagliavini y su hijo Enzo son expertos albañiles. En esos años comienzan a diversificar su actividad, especializándose en la construcción de hornos de mampostería. En aquellos tiempos, los hornos de leña de mampostería estaban destinados principalmente a las casas de labranza o a las grandes granjas agrícolas que hacían el pan en casa.

  • Es la inmediata posguerra. El hijo primogénito de Celeste Tagliavini, Enzo, conoce a Rudolph Kauber, técnico asentado en Italia por cuenta de la más conocida y blasonada industria alemana del sector. Esta relación se desarrolla, dando vida a una compañía destinada a convertirse en una piedra miliar de la industria italiana de la panificación. Nace así la Kauber & Tagliavini.

  • Complacidos por los importantes resultados y por las prometedoras perspectivas de crecimiento, comienzan las obras de construcción del primer edificio industrial de la Kauber & Tagliavini. Gracias a las extraordinarias dotes humanas y empresariales de Enzo, su notoriedad entre los entendidos del sector se halla en constante aumento. El liderazgo de Enzo Tagliavini lleva a la natural inversión del nombre de la compañía, que se convierte en Tagliavini & Kauber. En esa época, la compañía cuenta con 120 trabajadores aproximadamente.

  • Se desvanece la sociedad con Kauber, mientras que Enzo Tagliavini, con la ayuda de su hermano Ugo, se estructura para continuar su recorrido de desarrollo. La empresa crece y desde el principio empieza a apostar por la investigación y desarrollo de hornos cada vez más modernos. Todo asume una connotación más industrial y el horno Tagliavini se convierte en un “mustí: para obtenerlo, los artesanos de entonces aguardaban plazos de entrega superiores a un año.

  • Tras el prematuro fallecimiento de Enzo Tagliavini, la hija Gabriella le sucede, pero la empresa será inmediatamente conducida y desarrollada por el marido de Gabriella, Claudio Gaibazzi, apoyado por la decenal experiencia de Ugo Tagliavini. Con Claudio Gaibazzi se abre una nueva época que acompañará a la sociedad hasta nuestros días.

  • Los años de la atenta gestión de Claudio Gaibazzi se definen con la inauguración de la nueva sede en Noceto: una estructura de más de 15.000 m2 ante la autopista, casi para significar metafóricamente el recorrido que llevará a la empresa hacia nuevos y ambiciosos mercados.

  • Ya a caballo de los años noventa, Claudio Gaibazzi abre las puertas del Consejo de administración a sus tres hijos quienes, con cargos diferentes, contribuyen a la creciente tendencia evolutiva de la empresa. Tagliavini consolida así una posición cada vez más significativa, tanto en Italia como en los mercados extranjeros. Las nuevas metas señalan a los propietarios la necesidad de una ulterior ampliación de oficinas y área productiva. Un sofisticado sistema de gestión integrada del almacén y de la producción, completa la inversión efectuada en los albores del tercer milenio.

Questo sito utilizza cookies. Navigando in questo sito, l'utente acconsente all'utilizzo dei cookies secondo queste modalità.